domingo, 13 de junio de 2010

MI RECONOCIMIENTO AL IDAC Y SU DIRECTOR


¿Qué tan inseguro y peligroso puede resultar el espacio aéreo de nuestro país? Me imagino que como en cualquier otro lugar del mundo. Pese a todo -y en lo que tiene que ver con la República Dominicana- mi mente no registra la última vez que se produjo una tragedia aérea. Y usted ¿se acordarás? ¡Lo dudo!
Si como afirma la flamante Asociación Nacional de Pilotos (ANP) -de que la aeronavegación dominicana es un peligro permanente- pregunto como un neófito que admito ser en esta materia ¿por qué no se producen accidentes con frecuencia en los cielos del país partiendo de que decenas de aviones despegan y aterrizan diariamente en nuestros aeropuertos?
RD cuenta con sietes terminales aeroportuarias de importancia: Internacional de Las Américas y El Higüero de Herrera, en Santo Domingo; en Santiago, Internacional del Cibao; Puerto Plata, Gregorio Luperón; Barahona, Maria Montez; La Romana, Punta Cana y, en Samaná, Arroyo Barril.
¿Cuántas aeronaves no entran y salen diariamente de esos aeropuertos? No tengo el dato, pero supongo que cientos. Entonces, si hay tanta peligrosidad e inseguridad en nuestro espacio aéreo, como denuncia irresponsablemente la ANP, ¿por que no se registran accidentes periódicos?
Esa es la inquietud que me asalta después de escuchar y leer que -tan solo en un mes- en el territorio se registraron supuestamente 306 incidentes aéreos, a lo que de inmediato algunos comunicadores les dieron crédito y comenzaron a repetir como “papagayos”.
Empero, no es la primera denuncia que hace la ANP y su presidente, según he podido comprobar. Ya se ha convertido en una rutina por parte de la entidad el acudir a la prensa para expresar “su preocupación” por lo que se da a nivel de la aeronavegación dominicana. Nunca ha reconocido, sin embargo, los logros obtenidos por el IDAC y José Tomás ¿Mezquindad, miseria humana, mediocridad, envidia, intereses, chantaje? ¡Vaya usted a saber!
Llama poderosamente la atención que mientras la ANP arremete contra el IDAC y José Tomás, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), la Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos de América, la Corporación Centroamericana de Servicios de Navegación Aérea (COCESNA) y la representación en el país del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), entre otros organismos y entidades estatales relacionadas con la actividad aeronáutica, expresan su reconocimiento al nivel de seguridad y eficiencia presente en la aviación civil dominicana.
Estos organismos internacionales atribuyen un papel de liderazgo en la región, hecho este que se puso de manifiesto en el mismo mes de enero, cuando los controladores de tránsito aéreo dominicanos jugaron un papel protagónico en el manejo de las misiones aéreas relacionadas con el lamentable terremoto que afectó a Haití y que dejó el sistema de control de tránsito aéreo de ese país en una profunda crisis.
El accionar de los controladores aéreos de la Republica Dominicana durante los días siguientes al terremoto ha sido altamente valorado y reconocido en todos los ambientes de la aviación a nivel nacional e internacional, recibiendo José Tomás incluso una placa de reconocimiento de parte de los Controladores Aéreos Haitianos, en agradecimiento a toda la ayuda que se le brindó desde aquí durante la crisis que afectó esa hermana nación.
Por lo tanto, si los organismos internacionales reconocen la labor del IDAC y su eficiente, serio, capacitado y responsable director José Tomás, hoy también esta Trinchera hace lo mismo consciente de que, en este funcionario, el país tiene una reserva moral del que todos y todas debemos sentirnos orgullosos y orgullosas ¡Seguimos en combate!
¿Qué tan inseguro y peligroso puede resultar el espacio aéreo de nuestro país? Me imagino que como en cualquier otro lugar del mundo. Pese a todo -y en lo que tiene que ver con la República Dominicana- mi mente no registra la última vez que se produjo una tragedia aérea. Y usted ¿se acordarás? ¡Lo dudo!
Si como afirma la flamante Asociación Nacional de Pilotos (ANP) -de que la aeronavegación dominicana es un peligro permanente- pregunto como un neófito que admito ser en esta materia ¿por qué no se producen accidentes con frecuencia en los cielos del país partiendo de que decenas de aviones despegan y aterrizan diariamente en nuestros aeropuertos?
RD cuenta con sietes terminales aeroportuarias de importancia: Internacional de Las Américas y El Higüero de Herrera, en Santo Domingo; en Santiago, Internacional del Cibao; Puerto Plata, Gregorio Luperón; Barahona, Maria Montez; La Romana, Punta Cana y, en Samaná, Arroyo Barril.
¿Cuántas aeronaves no entran y salen diariamente de esos aeropuertos? No tengo el dato, pero supongo que cientos. Entonces, si hay tanta peligrosidad e inseguridad en nuestro espacio aéreo, como denuncia irresponsablemente la ANP, ¿por que no se registran accidentes periódicos?
Esa es la inquietud que me asalta después de escuchar y leer que -tan solo en un mes- en el territorio se registraron supuestamente 306 incidentes aéreos, a lo que de inmediato algunos comunicadores les dieron crédito y comenzaron a repetir como “papagayos”.
Empero, no es la primera denuncia que hace la ANP y su presidente, según he podido comprobar. Ya se ha convertido en una rutina por parte de la entidad el acudir a la prensa para expresar “su preocupación” por lo que se da a nivel de la aeronavegación dominicana. Nunca ha reconocido, sin embargo, los logros obtenidos por el IDAC y José Tomás ¿Mezquindad, miseria humana, mediocridad, envidia, intereses, chantaje? ¡Vaya usted a saber!
Llama poderosamente la atención que mientras la ANP arremete contra el IDAC y José Tomás, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), la Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos de América, la Corporación Centroamericana de Servicios de Navegación Aérea (COCESNA) y la representación en el país del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), entre otros organismos y entidades estatales relacionadas con la actividad aeronáutica, expresan su reconocimiento al nivel de seguridad y eficiencia presente en la aviación civil dominicana.
Estos organismos internacionales atribuyen un papel de liderazgo en la región, hecho este que se puso de manifiesto en el mismo mes de enero, cuando los controladores de tránsito aéreo dominicanos jugaron un papel protagónico en el manejo de las misiones aéreas relacionadas con el lamentable terremoto que afectó a Haití y que dejó el sistema de control de tránsito aéreo de ese país en una profunda crisis.
El accionar de los controladores aéreos de la Republica Dominicana durante los días siguientes al terremoto ha sido altamente valorado y reconocido en todos los ambientes de la aviación a nivel nacional e internacional, recibiendo José Tomás incluso una placa de reconocimiento de parte de los Controladores Aéreos Haitianos, en agradecimiento a toda la ayuda que se le brindó desde aquí durante la crisis que afectó esa hermana nación.
Por lo tanto, si los organismos internacionales reconocen la labor del IDAC y su eficiente, serio, capacitado y responsable director José Tomás, hoy también esta Trinchera hace lo mismo consciente de que, en este funcionario, el país tiene una reserva moral del que todos y todas debemos sentirnos orgullosos y orgullosas ¡Seguimos en combate!

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