jueves, 25 de noviembre de 2010

Ministro diáspora Haití: comicios deben servir para unir a familia haitiana

(ARCHIVO): Seis principales candidatos a la presidencia de Haití en un campo de 18 contendientes son presentados recientemente en los carteles de campaña en Port-au-Prince, por delante de la del país 28 de noviembre 2010 las elecciones para elegir al sucesor del presidente René Preval.
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Escrito por: Jesús Sanchis
Santo Domingo, (EFE).- El ministro de los haitianos residentes en el exterior, Edwin Paraisson, considera que las elecciones del próximo domingo en el país caribeño serán una oportunidad que hay que aprovechar “para lograr unificar a la familia haitiana y responder al gran desafío de la refundación de la nación". 
“Somos una sociedad muy dividida y lamentablemente la tumultuosa vida política que hemos tenido desde la caída de la dictadura duvalierista (protagonizada por Francois Duvalier y su hijo Jean Claude) en 1986 no nos ha permitido juntar todas las fuerzas vivas alrededor de un nuevo proyecto de nación”, dijo en una entrevista con Efe. 
La diáspora haitiana está formada por unas cuatro millones de personas, de las cuales dos millones viven en Estados Unidos; entre 700.000 y un millón en la República Dominicana; 450.000 en Cuba y el resto en Francia y sus provincias de ultramar, según un estudio elaborado en 2008 por el intelectual haitiano Georges Anglade.  
El 60 por ciento de los 4,6 millones de votantes mantiene vínculos directos con la diáspora y por eso, aunque los miembros de este colectivo no tienen derecho a voto, los candidatos han mostrado gran interés en hacerles llegar sus mensajes ante las elecciones. 
En ellas se elegirá al presidente que sustituirá a René Préval, a once de los 30 senadores y a los 99 diputados. 
“Indirectamente los miembros de la diáspora pueden influir en el voto en Haití a través de las personas que dependen de ellos, a quienes mandan sus remesas”, explicó el ministro.  
Según el Banco Mundial, las remesas representan el 15,4 por ciento del producto interior bruto (PIB) haitiano, cifrado en 2009 en 6.908 millones de dólares.   Paraisson no comparte las afirmaciones de que Préval quiere aferrarse al poder hechas por sus rivales y considera que se trata de ataques políticos, ya que el mandatario apostó por las elecciones “unos dos meses después del terremoto, cuando algunos sectores decían que (los comicios) no eran una prioridad” con miles de personas viviendo en campamentos.  
Se calcula que 1,3 millones de personas malviven en campamentos improvisados desde el terremoto de enero, que dejó 300.000 muertos y otros tantos heridos.   Sobre la epidemia de cólera que afecta al país y ha matado a más de 1.400 personas, el ministro expresó su deseo de que las medidas adoptadas por la República Dominicana, que ha intensificado el control fronterizo para frenar el avance de la enfermedad, no dificulten las transacciones entre ambos países. 
 “Entendemos que República Dominicana tiene que tomar medidas, pero lo que queremos es que esas medidas no afecten a los intercambios en la frontera y a otros niveles”, indicó.  
Con relación a la reconstrucción del país y la tardanza en los desembolsos prometidos a Haití por la comunidad internacional, confió en que, tras las elecciones, fluyan con mayor celeridad. 
“La comunidad internacional había prometido más de 10.000 millones de dólares y hasta ahora se ha recibido alrededor del diez por ciento de esa suma”, recordó, al tiempo que descartó que pueda existir desconfianza hacia Haití en cuanto al manejo de los recursos.
“Esa desconfianza ya no tiene razón de ser porque el Gobierno haitiano ha aceptado una situación que ha tenido para nosotros un costo político. Se nos ha criticado mucho el hecho de haber facilitado la creación de una comisión coadministrada por haitianos y por representantes de la comunidad internacional”, señaló. 
Frente a la lentitud en el realojo de los desplazados y a la falta de fondos para poner en marcha proyectos de viviendas, recordó que en Leogane, una de las ciudades afectadas por el terremoto junto con Puerto Príncipe, se ha iniciado la construcción de casas para las víctimas.  
También destacó que, pese a que el temblor destruyó el 80% de las escuelas de Puerto Príncipe, “el curso escolar se reinició tres meses después del terremoto. Poca gente habla de la gran capacidad que mostró el Gobierno en el sector educativo". 
El ministro resaltó la “gran capacidad de resistencia” de su país ante las catástrofes y recordó las escenas de “solidaridad ejemplar de los haitianos salvando a haitianos” en aquellas fechas. 
 Relató que dos días después del temblor vio a un grupo de mujeres que descendían de una zona de Puerto Príncipe conocida como las lomas de Fermathes llevando sobre sus cabezas productos agrícolas para vender en un mercado de Petion Ville.
“Esa imagen se quedó grabada en mi mente”, explicó Paraisson, quien aseguró que, tras presenciar esa escena, llegó a una conclusión- “Sí hay una esperanza para Haití".

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