LA ISLA DIGITAL.R.D.
Santo Domingo, (EFE).- La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó que asistió el retorno voluntario de más de 150 haitianos desplazados hacia República Dominicana tras el terremoto de enero de 2010.
Los migrantes haitianos regresaron a sus lugares de origen en los departamentos del Norte, Noreste, Noroeste y Artibonite, escoltados por personal de la OIM y oficiales de la Dirección Nacional de Migración (DGM) dominicana, que colaboró con el traslado.
La organización apéndice de las Naciones Unidas destacó en un comunicado que los haitianos decidieron regresar a su país, tras enfrentar una serie de dificultades en la ciudad dominicana de Santiago (norte), donde residían desde la ocurrencia del sismo.
Entre algunos de los motivos esgrimidos por muchos de los migrantes que retornaron a Haití se incluyen escasas perspectivas de empleo, barreras lingüísticas, falta de seguridad alimentaria y difícil acceso a servicios de salud y a la educación.
La OIM afirmó que cifras oficiales dominicanas aseguran que más de 50.000 haitianos llegaron a la ciudad de Santiago luego del terremoto que destruyó buena parte de Puerto Príncipe y otras ciudades de Haití.
La llegada de los extranjeros ha causado serias tensiones con los vecinos de decenas de barrios de Santiago que les acusan de cometer diferentes fechorías, así como de convertir los lugares que habitan en puntos de hacinamiento y en agentes de propagación del cólera.
La OIM también dio a conocer que las autoridades responsables de la protección de la infancia de República Dominicana y Haití han sostenido reuniones en Santo Domingo para intercambiar experiencias y mejores prácticas sobre los menores desplazados por el terremoto de enero de 2010.
La situación de estos menores haitianos víctimas de la trata en República Dominicana ha salido a la luz este año después de una redada realizada por la Dirección de Migración dominicana en la que fueron descubiertas docenas de personas que vivían en condiciones deplorables en un vecindario de Santo Domingo.
Los menores habían sido tratados en el país vecino con anterioridad al terremoto de enero de 2010 para ejercer la mendicidad en las calles de Santo Domingo o para realizar tareas como lustrar zapatos o limpiar cristales en concurridos cruces de la capital.
Los migrantes haitianos regresaron a sus lugares de origen en los departamentos del Norte, Noreste, Noroeste y Artibonite, escoltados por personal de la OIM y oficiales de la Dirección Nacional de Migración (DGM) dominicana, que colaboró con el traslado.
La organización apéndice de las Naciones Unidas destacó en un comunicado que los haitianos decidieron regresar a su país, tras enfrentar una serie de dificultades en la ciudad dominicana de Santiago (norte), donde residían desde la ocurrencia del sismo.
Entre algunos de los motivos esgrimidos por muchos de los migrantes que retornaron a Haití se incluyen escasas perspectivas de empleo, barreras lingüísticas, falta de seguridad alimentaria y difícil acceso a servicios de salud y a la educación.
La OIM afirmó que cifras oficiales dominicanas aseguran que más de 50.000 haitianos llegaron a la ciudad de Santiago luego del terremoto que destruyó buena parte de Puerto Príncipe y otras ciudades de Haití.
La llegada de los extranjeros ha causado serias tensiones con los vecinos de decenas de barrios de Santiago que les acusan de cometer diferentes fechorías, así como de convertir los lugares que habitan en puntos de hacinamiento y en agentes de propagación del cólera.
La OIM también dio a conocer que las autoridades responsables de la protección de la infancia de República Dominicana y Haití han sostenido reuniones en Santo Domingo para intercambiar experiencias y mejores prácticas sobre los menores desplazados por el terremoto de enero de 2010.
La situación de estos menores haitianos víctimas de la trata en República Dominicana ha salido a la luz este año después de una redada realizada por la Dirección de Migración dominicana en la que fueron descubiertas docenas de personas que vivían en condiciones deplorables en un vecindario de Santo Domingo.
Los menores habían sido tratados en el país vecino con anterioridad al terremoto de enero de 2010 para ejercer la mendicidad en las calles de Santo Domingo o para realizar tareas como lustrar zapatos o limpiar cristales en concurridos cruces de la capital.
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