Resulta que aunque no todas las Navidades me encuentre físicamente en Republica Dominicana, siento que todos los años comparto un regalo con el pueblo dominicano. Comparto a mi padre. Y ustedes se preguntaran que tiene de especial mi padre? Y porque siento que les hago un regalo a los dominicanos? Les explico… la mayoría de ustedes en días festivos lo comparten en fiestas, vacaciones y cenas con sus seres queridos.
Para yo compartirlo con mi padre tengo que montarme en su jepeta para llevarle comida y música a una comunidad de leprosos en noche buena, llevarles juguetes a niños el día de navidad en un campo taaan lejos de la cuidad que cuando regreso lo que quiero es dormir y descansar, mientras todo el mundo a mi alrededor se está arreglando para ir alguna fiesta. Si les digo que esto pasa TODAS las noches buenas, días de navidad, despedida de año, año nuevo, día de reyes etc, me creerían? Créanme, porque esto no solo lo hace en Navidad, lo ha hecho todo el año por los pasados 25 años.
El pasado 31 de diciembre de 2007, estábamos repartiendo dinero a las personas damnificadas por las tormentas, encomienda directa del Presidente Leonel Fernández. Pensé que de tantos dirigentes y ayudantes personales que debe tener el Presidente, escogió a mi padre, eso dice mucho de la confianza que le tiene a mi padre, por esto señor Presidente le agradezco. Me sentí y me siento muy orgullosa.
Hay veces que me pregunto y sé que se otros también se preguntan si todo su sacrificio vale la pena, si al final del día a la gente le importa y porque lo hace? Gente, lo hace por convicción y punto. Lleva mucho tiempo haciéndolo. Si no me creen pregúntense a que otro político ustedes ven constantemente en la calle ayudando a su pueblo? Cuántos de ellos ahora mismo están viajando o están en un resort para unas merecidas vacaciones? No me mal interpreten yo quisiera poder hacer eso también con mi padre, es que simplemente, él prefiere llevarle alegría, esperanza y paz a personas que lo necesitan.
La gente se cree que él les cambia la vida a las personas que ayuda cuando en realidad son ellos que se la cambian a él y por consecuencia me dan un regalo a mí, porque he aprendido de mi padre la humildad, el desprendimiento, el amor a la música y sobre todo a no tenerle miedo a la gente sino aprender a escucharla.
Este año fue uno muy difícil para mí y lo visite para Thanksgiving y eso mismo me brindo a mí, con su sabiduría regrese a Puerto Rico sintiendo paz. Así que estas Navidades les regalo nuevamente a mi padre, hombre grande, bravucón, noble, honesto, apasionado con las causas justas y con una sonrisa más bella que la de Barack Obama.
Cuando lo vean me lo cuidan, a sus adversarios les digo que lo ayuden y al pueblo dominicano espero que puedan apreciar este regalo, regalo que Papa Dios me hizo a mí. Papi te quiero mucho que tengas Feliz Navidad y Prospero Año Nuevo. La Cusa, Krimilda Acosta, - Hija de Luis F. Acosta Moreta “El Gallo”.
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