Haïti-Minustah: ¿Quién debería estar avergonzado?

LA ISLA DIGITAL.R.D.



Bogotá, Colombia.- La noticia de la violación triste e impactante de un "adolescente" en Port-Hi (Sur de Haití), por las fuerzas de paz uruguayas de la Misión de la ONU Misión de Estabilización en Haití (MINUSTAH), se ha extendido en América del Sur como un incendio, según las informaciones recogidas por la agencia en línea AlterPresse.
Al sur los medios de comunicación estadounidenses se refieren a ella como una "triste noticia" en un estilo bastante sensacionalista.
La "triste noticia" viene y regresa a la prensa, especialmente en Colombia. En las noticias, ya sea en los periódicos matutinos o estaciones de radio en los programas nocturnos de noticias en TV los principales países de los canales de América del Sur.
"Me siento muy mal", dijo un nacional haitiano en AlterPresse, viven en Colombia.
De hecho, por el cual el delito ha ocurrido? ¿Quién debería estar avergonzado del escándalo de "macabro"?
"Tener todo el sentido de la vergüenza"
Conocemos todos la respuesta a ambas preguntas, a menos que las Naciones Unidas (ONU), la sorpresa, una vez más, para concluir, como en el caso del origen de la epidemia de cólera en Haití que "No hay sentimiento de culpa, sin cargo, cerca de la orilla! ".
Esta actitud sería equivalente a la expresión utilizada en Francia "tienen un sentido de la vergüenza".
El Ministerio de Defensa en Uruguay ha dado un paso en la dirección correcta al anunciar, 4 de septiembre de 2011, la decisión de despedir al jefe del batallón uruguayo de cascos azules de la ONU en Haití, se supone que será responsablecomportamiento de los soldados bajo su mando.
¿Y ahora qué?
La agencia gubernamental en América del Sur "repatriar a militares uruguayos presunto infractor" y "determinar si ha habido violaciones" en la realización de estas para su aplicación, en caso de ser encontrado culpable ", el las penas más severas y más estricto conjunto "por los reglamentos militares.
Y eso es todo. No hay indemnización a la víctima! No hay excusa con el pueblo haitiano, cuya dignidad está sucio!
"¿Qué justicia para la víctima"
Las reacciones no tardaron en fusor en todas partes.
El presidente haitiano, Michel Martelly condena la violación y la promesa de que "los delitos graves no pueden ser toleradas".
De los ciudadanos de la comunidad de Puerto Hola manifestaron para reclamar justicia y reparación para la familia de la víctima.
La red nacional de los derechos humanos (RNDDH) pidió a las autoridades haitianas a que adopten "todas las acciones por la justicia para la víctima" y llevar a cabo nuevas investigaciones sobre otros reclamos participación uruguaya fuerzas de paz de la ONU en Puerto hola.
La organización de Haití Derechos Humanos recomienda al Consejo de Seguridad de la ONU a "incluir en los términos que rigen el mandato de la MINUSTAH, las reglas de rendición de cuentas de la misión de la ONU en Haití."
¿Y ahora qué?
Frente a este crimen atroz, hay mucho más en juego que simplemente para "castigar a los culpables" de la "justicia y reparación a la víctima y su familia" ...
El adolescente y su familia son víctimas de la vergüenza y el deshonor. Todos y todas, los haitianos, como personas resultan heridas en su dignidad.
Cómo reparar lo irreparable? La justicia "justicia" y el derecho es limitado. Debemos ir más allá: a la ética.
Tal vez el mínimo ético que esperamos de las Naciones Unidas es que expresa "profundo pesar", como lo ha hecho en el caso de las denuncias de explotación y abuso sexuales cometidos por las fuerzas de paz de la ONU desplegadas en Côte d'Ivoire (ONUCI), (Le Monde, 2 de septiembre de 2011).
La pregunta, planteada por dos investigadores de la Universidad del Mediterráneo, es de particular importancia: "Todos los hombres nacen libres e iguales en derechos, incluso los haitianos? "
En el espejo de la universalidad de los derechos humanos planteados por las Naciones Unidas, los haitianos están viendo su vergüenza, desgracia, su indignidad? ¿Son sólo ver la degradación de su propia imagen?
Esta imagen degradada, es la revelación de la imagen real que se construyó a partir de ellos, desde sus inicios como nación? por los antiguos colonizadores de las Américas?
En este punto, la historia no ha cambiado a lo largo de más de cinco siglos.
Cambiar la imagen de Haití en la comunidad internacional es realmente una tarea que es obligatoria para todos los haitianos y de todos los haitianos, ahora más que nunca, pero debe ser más que un eslogan de la campaña.
Está en juego la dignidad de los haitianos como seres humanos y como pueblo: se trata de una tarea profundamente ética e histórica.